Be invincible, be young.

Siempre queremos ser otra cosa que la que somos. Siempre queremos los comienzos que otros tiene, siempre queremos historias fantásticas que, cómo no, tienen otros. Siempre, buscamos algo así, como cosas mejores de las que tenemos, porque creemos que las vamos a valorar más por ello, y que a nosotros también. A mi eso me pasó, pero no con una cosa, sino con un gran sentimiento. Le perdí, me perdí, y todavía sigo buscándome. Me doy cuenta de que nunca quise algo mejor que él, que nunca le hubiese cambiado por nada si me lo hubiesen ofrecido. Yo solo le quería a él. Pero esa seguridad de mi misma que a veces sentimos, me hizo ir a por más. A por algo que nunca tuve. A por algo que él no tenía. Y todo eso me llevó a perderle. Y no sé si me lo tengo merecido, no sé si siempre fui justa al exigirme más. No sé si fuimos justos con nosotros mismos al querer algo, que ninguno de los dos tenía. No lo sé. Ahora mismo, solo querría mirarle a sus grandes ojos verdes, y decirle: Cariño, te lo dije, alguno de los dos perdería, y esta vez, has sido tú.